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Haciendo trampas en la vida moderna: los falsos autónomos

No es oro todo lo que parece en la economía colaborativa. La precariedad de los falsos autónomos pone el dedo en la llaga. Según la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores, en España existen 200.000 falsos autónomos. La broma le cuestan a la Seguridad Social 562 millones cada año

El número de trabajadores autónomos creció en febrero en 16.027 nuevos cotizantes en España: un incremento cuatro veces mayor que el que tuvo lugar en el mismo periodo de 2017. En cambio el empleo autónomo aumentó solo en 4.041 nuevos empleados. La nueva ley de autónomos, que entró en vigor este enero, impulsará el trabajo de este tipo de empleados, pero DAS Seguros alerta de manera paralela de la proliferación de los falsos autónomos.

Según la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores, en España existen ya 200.000 falsos autónomos que cuestan a las arcas de la Seguridad Social 562 millones anuales, y que están haciendo intensificar las inspecciones de trabajo y las medidas contra el fraude.

Los falsos autónomos son los empleados que se ven obligados a figurar como autónomo sin realmente cumplir las condiciones que se definen bajo este tipo de contrato, en lugar de ser un trabajador por cuenta ajena como le correspondería a su situación. Esto es ilegal. Es decir están haciendo trampas los empresarios y los falsos autónomos que no quieren perder la oportunidad laboral o que desconocen la ilegalidad de la situación.

Esto no es nuevo. Durante muchos años se ha practicado en muchos sectores desde hace décadas. Sin embargo en los últimos años se está intensificando, impulsada por la crisis económica sufrida en los últimos años, pero también por la puesta en marcha de un tipo de economía colaborativa o digital que ha jugado un importante papel en la proliferación de este tipo de empleados.

Uber, Glovo o Deliveroo ya están siendo vigiladas por las autoridades, incluso alguna de ellas sancionada por la Inspección de Trabajo tras una investigación que concluyó que sus contratados deberían figurar como asalariados y no autónomos, por las condiciones en las que operan. También la industria cárnica ha sufrido recientemente un golpe a este tipo de fraude, cuando una inspección de Trabajo obligó a tres firmas gallegas a contratar a trabajadores que operaban a través de una cooperativa catalana.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social intensifica sus actuaciones y pone en marcha medidas como el Buzón de lucha contra el fraude laboral, que facilita que cualquier ciudadano que detecte una situación de fraude laboral pueda denunciarla.

Pero la barrera entre falsos o verdaderos autónomos en ocasiones puede ser muy fina. Algunas de las empresas que forman parte de la economía colaborativa defienden este modelo por su gran flexibilidad a la hora de inmiscuirse en el mercado laboral, ya que supone un modelo con una menor barrera de entrada, o también como suplemento para aquellas personas que así lo decidan.

¿Empresas y agentes públicos están por detrás de las necesidades de las personas y debería haber una reforma que permita mejorar este modelo y adaptarlo a los cambios de vida y consumo de las nuevas generaciones?

Los falsos autónomos son un gran ahorro en cuanto a costes laborales para las empresas

No pagan la Seguridad Social a estos trabajadores o que perjudica al falso autónomo:

  • Cobra un salario por debajo del que cobran los trabajadores por cuenta ajena
  • Falta de días de vacaciones mientras dura su estancia en la empresa
  • Riesgo de ser despedido y no recibir un finiquito.

En ocasiones tampoco tienen las ventajas de estar de alta en régimen de autónomo. Los falsos autónomos se someten a una serie de normas estipuladas por la organización:

  • cantidad del salario
  • Horario de trabajo
  • Tareas a completar, etc.

No es el caso de un verdadero autónomo, quien define acerca de dichos elementos por su cuenta.

La barrera entre falsos o verdaderos autónomos en ocasiones puede ser muy fina

DAS Seguros aconseja a las personas que se encuentren en esta situación o conozcan algún caso concreto tomar medidas legales, tales como presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo o los Juzgados de lo Social. O también hacer uso del buzón de lucha contra el fraude laboral.

Pero para afrontar la actual situación de los falsos autónomos en el mundo laboral, también se precisan cambios en el RETA. El debate en torno a este tema sugiere una reforma que establezca sanciones contra aquellas empresas que obliguen a sus empleados a convertirse en falsos autónomos, así como adaptar la ley al marco de la economía colaborativa que tanta importancia ha ganado en el escenario laboral actual.

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