Entrevista

Christian Felber y la Economía del Bien común

Christian Felber

«Una economía que solo piensa en el beneficio financiero es antinatural»

.- Existen crisis del medio ambiente, crisis social, crisis económica,… y crisis de valores ¿Es necesario un nuevo modelo?

Según una encuesta de la Fundación Bertelsmann, nueve de cada diez personas en Alemania y Austria quieren otro modelo económico. Vamos a entrar en la era del post-crecimiento. Es necesario un reparto más equitativo. La economía del futuro será menos global y más regional. Debemos cambiar el enfoque de la competencia por el de la cooperación. En suma, hablamos del Bien Común que embarca estas metas y estos valores.

.- El artículo 151 de la Constitución de Baviera afirma que toda actividad económica debe servir al Bien Común. Sin embargo los totalitarismos también han perseguido el Bien Común.

Efectivamente. Se trata de un concepto tan atractivo que todo el mundo desea apropiarse de él. Sucede lo mismo con el Amor o la Libertad. Por lo tanto es decisivo: ¿Qué entendemos nosotros por Bien Común? Nosotros pensamos que la dignidad humana -de todos- debe estar en el centro de todo. Una economía que solo piensa en el beneficio financiero es antinatural. Se trata de una perversión que «invierte» nuestros valores. El medio (dinero) para conseguir nuestros objetivos (la felicidad) se transforma en un objetivo en sí mismo.

.- Usted afirma que existe una contradicción entre la economía financiera y la economía real.

Las reglas actuales del mercado son el afán de lucro y la competencia. Si hay conflicto entre distintos objetivos siempre prevalece el resultado monetario. La competencia es la forma en la que tenemos hoy en día de relacionarnos los seres humanos. Pero ¿Cuáles son los valores que permiten afianzar nuestras relaciones humanas? El público que ha asistido hoy a la conferencia ha dicho: confianza, respeto, solidaridad, lealtad, reparto de bienes, cooperación, transparencia,… Cuando les he preguntado qué pensaban de los mercados, han respondido: violencia, poder, corrupción, injusticia, envidia, egoísmo, traición, desigualdad,… La cuestión es cómo se miden nuestros valores. ¿Cómo mido mi beneficio? ¿Por la cantidad de dinero que tengo o por el número de buenos amigos? ¿Cómo se mide la eficiencia de una economía? ¿Una sociedad que es capaz de talar un bosque en menor tiempo es más efectiva? ¿Hablamos de crecimiento económico,… o espiritual? Si yo gano mucho dinero pero el resto del mundo se muere de hambre ¿puedo calificar mi situación como de exitosa?

.- ¿Cómo surge su teoría del Bien Común?

Christian Felber y Juan RoyoEscribí un libro titulado «Nuevos valores para la economía» que fue leído por una veintena de empresarios que quisieron ponerlo en práctica. En octubre de 2010 organizamos unas Jornadas: «Repensar la empresa» a la que acudieron más de cien empresarios y personas interesadas. Instantáneamente, se desató un movimiento comprometido y cada vez se unen más empresas, personas y organizaciones. Y con gran éxito. El problema no es la naturaleza humana. Son las reglas del juego legales. Nadie nos obliga a ser desconfiados, a ser egoístas,… Estos comportamientos son recompensados sistémicamente por las leyes. La propuesta es cambiar el marco legal de la economía de tal forma que cuanto más solidarios seamos, más cooperativos y más empáticos más éxito tendremos. Hay que sustituir competencia por cooperación y ánimo de lucro por contribución al bien común. La motivación no sufrirá: El método más eficaz a la hora de motivar nuestras decisiones no es la competencia si no la cooperación. Para eso hay clara evidencia científica.

.- ¿En qué situación se encuentra su teoría?

Comenzamos con 55 indicadores pero al final los redujimos a 18 por sugerencia de los empresarios que son en definitiva quienes los tienen que implementar. 500 empresas apoyan nuestro modelo y 200 están trabajando ya con él. Para que los que contribuyan más al bien común no sufran pérdidas en competitividad, es necesario el apoyo de las Administraciones Públicas. Reclamamos ventajas legales, aduanas reducidas, créditos baratos e un IVA variable según el resultado del Balance del Bien Común con el fin de que los productos éticos sean más económicos para los consumidores que los no-éticos. Así, el mercado empezará a funcionar de acuerdo con los valores de nuestra sociedad.

.- ¿Qué otras medidas concretas propone?

Un ejemplo es: El final de la banca de la inversión a favor de la banca «conservadora» sin ánimo de lucor así como la creación de un Banco Público que preste dinero al Estado a tipo de interés cero. Otra es la diferenciación del uso del beneficio empresarial, lo cual trato de explicar con un ejemplo: Con un cuchillo se puede hacer cosas muy sensatas, como cortar verduras pero también se puede matar a una persona. ¿Debemos prohibir el uso de los cuchillos? No, solo los usos dañinos. En nuestro modelo prohibimos las transacciones financieras especulativas a corto plazo así como otras como tragarse unas empresas a otras (OPAs) o que las personas que no trabajan en una empresa reciban plusvalías de las mismas. Pero sería insensato prohibir el beneficio financiero en sí porque puede ser un medio muy valioso para incrementar el bien común. Otra aberración que produce el sistema financiero es la brecha existente entre los salarios. Entre el salario mínimo de un ejecutivo norteamericano del sector financiero y el salario mínimo la diferencia es de 360.000 veces. La propuesta es que el pueblo soberano defina el límite justo en un proceso democrático. En las charlas averiguo ese límite a través de un juego, y el resultado siempre es el mismo: La gente dice muy claramente que los ingresos máximos no deberían ser más altos que 10 veces el salario mínimo. El movimiento de la Economía del Bien Común busca las herramientas políticas para que el pueblo soberano pueda ejercer su libertad democrática.

Entrevista: Juan Royo
Fotografía: Iván Ordovás

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