¿Es el cambio climático es ya una realidad innegable? Muchos todavía no perciben su urgencia

Efectivamente, muchas personas todavía no perciben su urgencia. Unos creen que llegaremos a conocer repercusiones muy graves en nuestro planeta, pero no por ahora, otros las sitúa a más largo plazo y no las llegaremos a conocer.

No obstante, la mayoría de los ciudadanos toman medidas en su día a día para luchar contra el calentamiento global. Aunque una cosa es predisposición y otra práctica real de comportamientos sostenibles. Y es que cuesta asumir a nivel individual el riesgo climático porque, aunque se adopten hábitos y medidas sostenibles, no se visualizan los beneficios directos del comportamiento.

Ser sostenible es una actitud, una forma de entender la vida, aunque a veces no resulte suficiente. Pero algunos solo cambiaría realmente de hábitos si le ofrecieran algún beneficio por hacerlo, y -los menos- solo si fuera obligatorio.

“una legislación coherente animará al beneficio personal y colectivo”

Diego Herranz, IMOP Insight

Hay otros problemas más importantes que el cambio climático: desempleo, condiciones de trabajo y salarios. También pérdida de valores, poupulismo, metiras de los políticos («cambios de opinión»), violencia, extremismo, envejecimiento…

“Necesitamos políticas y acciones efectivas para impulsar comportamientos que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático y a diseñar los procesos económicos y productivos del futuro”

Antonio González, Impact Hub Madrid

Hay ciudadanos activos, sensibilizados, pro sostenibles, pasivos y descreídos

El comportamiento sostenible se limita a hábitos poco sacrificados, como emplear bolsas de varios usos, comprar solo la ropa que necesito o adquirir productos de alimentación de proximidad. Por el contrario, cuesta más apostar por la movilidad sostenible, suprimir compras que tienen un gran impacto medioambiental o comprar ropa de segunda mano.

La sociedad entiende que deben ser las empresas y gobiernos quienes desarrollen la tecnología y los productos adecuados para consumir y que el consumo sostenible no es accesible para toda la sociedad, sino solo para unos pocos; o que los mensajes sobre cómo debemos comportarnos a veces son contradictorios o cambiantes..

Fuente: ‘Consumo sostenible. De la intención a la acción’, Imop Insights e Impact Hub, 2022