Tribuna

Nunca me he visto en la situación de tener que invertir más tiempo y/o esfuerzo que mis pares masculinos para alcanzar mis metas profesionales

Cualquier puesto directivo de una organización, sea del género que sea, requiere dedicar una cantidad de tiempo y esfuerzo significativa

En mi caso, no me he visto en la situación de tener que invertir más tiempo y/o esfuerzo que mis pares masculinos para alcanzar mis metas profesionales.

He tenido la suerte de coincidir con superiores (en su inmensa mayoría, hombres) que reconocían el esfuerzo de forma exclusivamente meritocrática, sin atender a cuestiones de género.

Los sistemas de cuotas pueden ser una medida efectiva en situaciones en las que la discriminación de género y la desigualdad de oportunidades sean aún muy comunes, al garantizar que se considere a candidatos de ambos géneros y que se visibilice el talento femenino, de modo que luego resulte orgánico para las organizaciones integrarlo motu proprio.

No obstante, es importante combinar este tipo de acciones de corto/medio plazo con otros esfuerzos para promover la igualdad de género a largo plazo, como programas de educación y sensibilización.

El teletrabajo facilita esquemas de conciliación más proporcionados en la composición de las familias

La rigidez de la presencialidad total aboca a que una de las partes dedique más tiempo, por ejemplo, a la crianza y al cuidado de mayores, con el posible agravio comparativo para su desarrollo personal y profesional.

Teletrabajar permite planificar el tiempo de manera más efectiva y tener mayor disponibilidad para cuestiones relativas a la conciliación. Pero tiene otros desafíos asociados, como la creación de límites claros entre el trabajo y la vida personal, o el acceso a recursos y apoyo en línea necesarios para trabajar de manera efectiva.

A los partidos políticos les pediría que tengan en cuenta a las entidades del Tercer Sector que conocen bien los retos de igualdad de género en el desarrollo de normas de transparencia corporativa sobre igualdad, para construir indicadores representativos de la situación de la mujer en el mercado laboral, como su
incorporación en la toma de decisiones corporativas, que resultan clave para hacer diagnóstico de la situación e identificar buenas prácticas.

Y pediría que se continúe avanzando en el reconocimiento y la puesta en valor de la diversidad de identidades y expresiones de género desde la regulación; independientemente del equipo de gobierno a cargo del desarrollo legislativo.

Andrea González, subdirectora general Spainsif, Foro Español de Inversión Sostenible

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