La infraestructura física y las aplicaciones potenciales de la IA emiten una huella de carbono nada inocua
La IA sin duda está cambiando el mundo pero también contamina sobre todo en cuanto a infraestructura física requerida:
centros de datos
procesadores
otros equipos informáticos especializados
El ciclo de vida de la computación de IA se divide en cuatro etapas: producción, transporte, operaciones y etapas de fin de vida
1. Fase de producción
Extracción física de las materias primas y creación de los componentes necesarios para construir el hardware y la infraestructura.
Estos recursos se relacionan con TIC en general, y no específicamente con la IA por lo que es difícil estimar la huella de carbono pero se entiende que es relativamente insignificante.
Sin embargo, a medida que la electricidad renovable se convierta en una parte cada vez mayor de la energía consumida en la fase operativa, la huella durante la fase de producción será más significativa.
2. Fase de transporte
Tampoco es significativo.
3. Fase de operaciones
Se producen el 70 % ó el 80 % de los GEI
Energía
Podemos utilizar los centros de datos como aproximación para contextualizar la cantidad de energía que consume la IA. Cada vez más modelos de IA se entrenan, alojan y despliegan en centros de datos extremadamente grandes, a escala de almacén. Entre el 1 y el 1,5 % de la demanda total de electricidad a nivel mundial procede de los centros de datos, lo que equivale a unos 220-320 teravatios/hora.
Sorprendentemente, es una cifra que se ha mantenido relativamente constante en la última década a pesar del aumento sustancial de la carga de trabajo de los centros de datos. Las principales razones de esta impresionante disociación han sido:
mejoras en la eficiencia informática
paso a la nube
cambio hacia centros de datos hiperescalares de mayor tamaño
El entrenamiento del chat GPT-3 requería 1,3 gigavatios hora (120 hogares estadounidenses en un año). OJO la complejidad del modelo IA generativa aumenta exponencialmente y, por tanto, necesita mucha más energía.
Agua
Huella hídrica: agua consumida para la generación de electricidad y para la refrigeración.
El entrenamiento de un único modelo generativo de IA puede consumir hasta 284 000 litros de agua (una persona en 27 años). OJO cada vez más sectores usan IA y la demanda de centros de datos y el consumo de agua asociado no harán sino aumentar.
4. Etapa de fin de vida útil
Basura electrónica. Presencia de materiales peligrosos (metales pesados y productos químicos tóxicos).
Reducir el daño medioambiental:
Energías renovables
Eficiencia de los modelos: uso y ajuste de modelos preentrenados para ahorrar tiempo y energía
Eficiencia consumo energía: la virtualización de servidores permite ejecutar varios servidores en un único servidor físico.
Sistemas de refrigeración (40 % consumo energía): la energía eléctrica de un centro de datos debe evacuarse en forma de calor residual a través de un sistema de refrigeración. Avances en tecnologías de refrigeración más eficientes y baratas. La ubicación de los centros de datos también puede marcar una gran diferencia. Si los centros de datos se construyen en lugares con abundante energía renovable y/o climas más fríos, se pueden conseguir importantes ahorros de emisiones.
Impacto medioambiental positivo de la IA
INNOVACIÓN reutilizar el calor generado por los centros de datos
para reforzar los sistemas de calefacción urbana, mediante los cuales se puede canalizar agua a alta temperatura a hogares y edificios.
aplicaciones agrícolas, como la calefacción de invernaderos durante todo el año, o para calentar el agua de piscifactorías y piscinas públicas
Impacto medioambiental de las aplicaciones de la IA
Uso sostenible de la tierra:
predicción temprana del rendimiento de los cultivos
agricultura y nutrición de precisión
previsión meteorológica hiperlocal para la gestión de cultivos
detección temprana de problemas en los cultivos
detección automatizada y mejorada de cambios en el uso de la tierra para evitar la deforestación
seguimiento de la salud y el bienestar del ganado
OJO cualquier aplicación de IA que mejore la eficiencia de industrias ya de por sí perjudiciales se consideraría perjudicial.
Samuel Thomas-Schroders
El argumento de que la IA mejora la eficiencia de las operaciones y, por tanto, es beneficiosa para el medio ambiente sólo es válido si, para una tarea determinada, disminuye el consumo de energía. No obstante, a medida que las tecnologías se vuelven más eficientes y productivas, pueden provocar un aumento de la demanda y el consumo. Esto puede contrarrestar cualquier beneficio medioambiental o económico de la mayor eficiencia
Usamos cookies en nuestro sitio web para brindarle la experiencia más relevante recordando sus preferencias y visitas repetidas. Al hacer clic en "Aceptar", acepta el uso de TODAS las cookies.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. De estas, las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Las cookies que pueden no ser particularmente necesarias para el funcionamiento del sitio web y que se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.