Solidaridad

339 millones de personas en el mundo necesitan asistencia humanitaria

Pero el personal humanitario que les proporciona la asistencia continúa siendo objetivo de ataques, secuestros, criminalización, lesiones y, a veces, incluso homicidios

La violencia ejercida contra el personal humanitario y de la salud, al igual que contra las poblaciones civiles, requiere una conciencia urgente. Dada la extensión de las necesidades, especialmente en términos de seguridad alimentaria y nutrición, los Estados, así como los diferentes grupos armados, deben cumplir con sus compromisos y el Derecho Internacional:

  1. cesar toda violencia contra los actores humanitarios, ya sean nacionales o internacionales;
  2. dejar de politizar nuestras acciones;
  3. garantizar el acceso humanitario.

«los financiadores deben asumir mejor los costes relacionados con la seguridad de nuestros empleados»

Olivier Longué, Acción contra el Hambre

Tres focos prioritarios:

  1. Conflictos y las violaciones del Derecho Internacional Humanitario entre las principales amenazas
  2. Necesidad de proteger al personal humanitario y de salud local, que se encuentran entre los más expuestos
  3. Falta de financiación para garantizar la seguridad del personal humanitario.
Los conflictos y las violaciones del Derecho Internacional Humanitario, entre las principales amenazas

2022 fue el año más violento para el personal de la salud en 10 años.

  • 1 989 incidentes violentos contra instalaciones y personal de la salud
  • 232 muertes entre sus profesionales

20 países, incluidos Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Myanmar y Ucrania, son particularmente peligrosos.

Los Estados y los grupos armados continúan poniendo en peligro a los trabajadores. Perpetran ataques contra ellos o implementan medidas que politizan y criminalizan la acción humanitaria y las misiones médicas. Al hacerlo, aumentan los riesgos de violencia y evitan que estos profesionales cumplan con su misión fundamental: proporcionar asistencia vital y atención médica basada únicamente en las necesidades de las poblaciones afectadas.

Personal humanitario y de salud local: los más expuestos y menos protegidos

El 90 % de los trabajadores que han sido víctimas de ataques son locales. Están en primera línea, donde las necesidades son más altas, y brindan asistencia y atención médica en áreas a menudo inaccesibles para los actores internacionales. Están más expuestos a la violencia y, a menudo, sus recursos son limitados.

Falta de financiación para garantizar la seguridad

Las ONG deben implementar estrategias para prevenir y responder a los riesgos a los que se enfrentan. Necesitan estar equipadas con material, capacitar a su personal y contar con trabajadores que gestionen la seguridad de los equipos, brindar evacuaciones de áreas arriesgadas, así como ofrecer apoyo psicológico, financiero o legal al personal que es víctima de ataques y a sus familias.

Fuente: El trabajo humanitario en riesgo: fomentar la protección del personal humanitario y sanitario para asegurar el acceso a la ayuda, Médicos del Mundo, Handicap International – Humanity & Inclusion y Acción contra el Hambre.

Foto de David Peinado

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