Mujer

Las niñas, fuera de la escuela secundaria en Afganistán

Si tres millones de niñas afganas pudieran completar su educación secundaria y participar en el mercado laboral, aportarían 5.400 millones de dólares a la economía afgana (el 2,5 % de su PIB)

Eso piensa UNICEF. Sin tener en cuenta, además,

  • Futuro déficit de profesoras, doctoras y enfermeras.
  • Aumento de los costes sanitarios relacionados con los embarazos adolescentes.
  • Éxito educativo general.
  • Reducción del matrimonio infantil.
  • Menor mortalidad infantil.

Desde e 23 de marzo los talibanes no permiten a las niñas volver a la escuela secundaria.

«Se viola el derecho fundamental de las niñas a la educación, se las expone a una mayor ansiedad y a un mayor riesgo de explotación y abuso, incluyendo la trata infantil y el matrimonio forzoso y temprano”

Mohamed Ayoya, UNICEF en Afganistán

Incluso antes de que los talibanes tomaran el poder el 15 de agosto de 2021, 4,2 millones de niños en Afganistán estaban fuera de la escuela, el 60 % de ellos niñas.

El potencial coste de no educar a niños y niñas por igual es alto en términos de ganancias perdidas. Sin embargo, nno educar a las niñas tiene un coste especialmente alto debido a la relación entre el éxito educativo y el retraso del matrimonio y la maternidad por parte de las niñas, su participación en el mercado laboral, la toma de decisiones sobre su propio futuro y la mayor inversión en la salud y la educación de sus propios hijos más adelante.

Afganistán será incapaz de recuperar el PIB perdido durante la transición y de alcanzar su verdadera productividad potencial si no cumple el derecho de las niñas a acceder y completar la educación secundaria.

Otros problemas: prevenir la anemia o higiene y salud menstrual: la imposibilidad de las niñas de continuar su educación compromete su salud.

La desnutrición infantil también está aumentando.
  • Junio de 2021 30.000 niños recibieron tratamiento contra la desnutrición aguda en el país
  • Junio de 2022, 57.000

Los niños están siendo obligados a trabajar para apoyar a sus familias en vez de ir a la escuela, el lugar más seguro en el que podrían estar.

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