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El enemigo de tu sueño está en la nevera

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El enemigo de tu sueño está en la nevera: Descubre el ‘menú del descanso’ que revela qué cenar para dormir sin pastillas

La cena es la última comida del día. Pero también sirve para programar nuestro cuerpo para el descanso nocturno. Alimentos ricos en triptófano, magnesio y carbohidratos complejos son aliados contra el insomnio.

Si comemos mal, dormimos mal. Y se agrava el bruxismo y el dolor orofacial. Abordar el sueño de forma integral es fundamental para tratar estas dolencias.

El insomnio y la mala calidad del sueño preocupa. ¿Y si la solución para un descanso reparador no estuviera en la mesilla de noche, sino en la cocina?

El ‘Menú del Descanso’ según la Dra. Rodríguez Moroder

En la era de especialización (también en la medicina), a menudo olvidamos que el cuerpo humano es un ecosistema interconectado.

sofía Rodríguez Moroder, Clínica Craneosalud
sofía Rodríguez Moroder, Clínica Craneosalud

«Un problema de descanso nocturno está íntimamente ligado a patologías como el bruxismo o el dolor de mandíbula. Por ello, nuestro enfoque no es meramente paliativo, sino que buscamos la raíz del problema«

Esta filosofía holística entiende la alimentación como una de las herramientas de diagnóstico y tratamiento más potentes.

La alimentación es nuestra primera y más poderosa medicina. Lo que comemos nutre. Pero, además, envía información a nuestras células y sistemas.

Una cena consciente y bien planificada ‘reinicia’ nuestro cuerpo, calma y repara.

Inductores, alimentos naturales que ayudan al sueño
  1. Alimentos ricos en Triptófano: Este aminoácido es un precursor de la serotonina y la melatonina, hormonas clave que regulan nuestro reloj biológico. Incorpora en tu cena una pequeña porción de pavo, pollo, huevos, o lácteos como un vaso de leche caliente.
  2. Magnesio: El Mineral Relajante: El magnesio es un potente relajante muscular y nervioso. Su déficit se ha relacionado con el insomnio. Aumenta su ingesta con verduras de hoja verde (espinacas, acelgas), frutos secos(almendras, nueces) y semillas (de calabaza, de chía).
  3. Carbohidratos complejos: Unos carbohidratos complejos en la cena, como la avena o el arroz integral, ayudan a que el triptófano llegue al cerebro, facilitando la producción de melatonina.
  4. Cerezas y plátanos: Son fuentes naturales de melatonina y potasio, respectivamente, que ayudan a relajar los músculos y el sistema nervioso. Un puñado de cerezas (si es temporada) o medio plátano son una excelente opción.
Disruptores, la lista negra de la cena
  1. Ultraprocesados: azúcares refinados, grasas saturadas y aditivos.

«El cuerpo está diseñado para ralentizar su metabolismo por la noche. Si lo sobrecargamos con azúcares que causan picos y bajadas bruscas de glucosa, le estamos enviando señales confusas que alteran el ciclo de sueño. Además, la indigestión y el malestar digestivo que pueden generar son el enemigo de una noche tranquila»

  1. Alcohol: Al principio puede provocar somnolencia, pero su efecto rebote interrumpe las fases más profundas y reparadoras del sueño, especialmente la fase REM. El resultado es un sueño fragmentado y una sensación de fatiga al despertar.
  2. Comidas pesadas, grasas y picantes:Una cena copiosa o muy condimentada obliga al sistema digestivo a trabajar horas extra cuando debería estar en modo de descanso. Provoca reflujo, acidez y una sensación de pesadez.

“El bruxismo, por ejemplo, está íntimamente ligado al estrés y la ansiedad nocturna. Si un paciente duerme mal, sus músculos se tensan más, lo que agrava la patología. Al mejorar la calidad del sueño a través de una nutrición adecuada, observamos una reducción notable del dolor orofacial y una mejora en los síntomas del bruxismo y la apnea

Foto de Andrea Piacquadio

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