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Coronabonos

Juan Carlos Higueras, Analista Económico y Profesor de EAE Business School explica que son los coronabonos. Viñeta: José Antonio Bernal

En qué podría consistir esta emisión de “coronabonos” o cómo podrían emitirse
Se trata de un vehículo financiero que permite mutualizar la deuda y los riesgos de todos los países bajo el paraguas de la UE de modo que, a través del BCE, se emite deuda con mayor garantía que la deuda soberana de los países ya que la responsabilidad en el pago estaría mancomunada. De esta forma, sería mucho más fácil conseguir un mejor acceso a los mercados de capitales por las sinergias que se generan; el riesgo del conjunto es menor que el de cada una de las partes de modo que se consigue mucho más dinero, por tanto, mayor liquidez que si se hace de forma separada. Además, permitiría competir con mayores garantías (por los recursos de los inversores) frente a las emisiones de deuda que seguro va a haber por parte de Estados Unidos. Ahora sería una competencia de tú a tú, entre los bonos europeos y los norteamericanos.

Por otro lado, la emisión de eurobonos permite reducir significativamente la alta especulación que va a haber en los mercados de deuda, en especial mediante el uso y abuso de posiciones cortas (ventas en corto) que atacan a los países con mayores problemas y que conlleva subidas importantes en su prima de riesgo y, por tanto, rentabilidad. El uso de eurobonos daría lugar a un mercado muy grande (en volumen) de deuda pública, con el que sería mucho más difícil jugar por parte de los especuladores.

Aunque se puede articular de muchas formas, en principio los eurobonos se instrumentan en base al peso que cada economía tiene en relación con el PIB europeo. Sin embargo, emitir eurobonos conlleva perder parte de la soberanía económica de los países, y a ello se añade que no termina de haber una verdadera integración de toda Europa, lo cual es un lastre para su puesta en marcha, así como la negativa histórica de los países con economías más sólidas.

Para que se entienda bien, en términos populares, es como cuando salimos con los amigos a cenar y tomar copas pensando que cada uno pagará su parte en base a lo que tome, pero de repente uno (el italiano o el español) dice que se haga un bote sabiendo que el español y el italiano beben y comen mucho más que el alemán que está a dieta; y peor aún, si además alguno del grupo se deja la cartera en casa o está en paro. Creo que con esto queda clara la reticencia que tienen algunos países europeos a la implementación de los eurobonos.

Por qué ayudaría a la economía de los países afectados por esta epidemia
Hay muchas ventajas en la emisión de los coronabonos. La principal es que a través de ellos los países más afectados tendrían mayor capacidad de financiar sus necesidades, que se estima serán muy elevadas tras esta crisis, a un coste menor; los inversores confían más comprando eurobonos, pues asumen menos riesgo, que comprando deuda soberana de un país concreto que tiene una mala situación económica y malas perspectivas (lo que hace que aumente su prima de riesgo). De igual forma, los coronabonos permitirían dar un cierto balón de oxígeno y por tanto amortiguar los efectos de la crisis que van a pasar los países más afectados, favoreciendo no sólo la liquidez del sistema sino el impulso de políticas fiscales que permitan relanzar la economía con mucha más fuerza una vez haya pasado la crisis sanitaria.

El inconveniente está en que este instrumento de financiación beneficia mucho a los países con muchos problemas, pero al ser mancomunada y avalada por todos, hace que los países que gozan de buena salud en sus cuentas públicas y en su economía tengan desincentivos a su emisión porque ven que tendrán que pagar los platos rotos de los países que no han hecho los deberes. Esto es lo que históricamente ha ocurrido con Alemania y Países Bajos, de hecho, Merkel dijo hace ocho años que mientras ella gobernara no permitiría este tipo de emisiones. Ahora bien, como esto es una pandemia que está afectando a todos los países, incluida Alemania, hay una ventana de oportunidad para que los acepte, probablemente con restricciones para evitar la mutualización de toda la deuda actualmente existente, y centrarla en la que es necesaria emitir para hacer frente a los efectos de esta crisis actual. Para ello habría que articular un vehículo de inversión específico, un fondo cuyos recursos se distribuirían entre los países que más lo necesiten, o bien limitar la mutualización a unas cantidades determinadas para evitar un efecto contagio entre economías y el riesgo de la estabilidad de la eurozona.

Es decir, que de nuevo se penaliza al país que hace mejor los deberes para premiar a quienes no han ido ni a clase porque esta pandemia se podría estar utilizando como excusa para que los países con mayores dificultades puedan conseguir esa mutualización de la deuda que llevan años persiguiendo. Este es el gran problema de la convergencia que históricamente intentan conseguir las políticas económicas y fiscales europeas.

Por qué es fundamental para España
España no va a poder salir de la crisis que se avecina si no es de la mano del resto de socios europeos. España no tiene la cantidad de dinero necesaria para hacer frente a la crisis económica que se avecina, de hecho, las medidas anunciadas por el Gobierno son más ruido que nueces pues se materializan en una inyección de hasta 17.000 millones, el resto hasta los 200.000 millones no es dinero que se inyecte en el sistema sino una declaración de intenciones sin los recursos públicos necesarios y apoyada en que el sector privado tiene que asumir 83.000 millones, cosa dudosa. En este sentido, para hacer frente a un escenario negativo como el que se espera, con una economía muy endeudada (casi 100% deuda pública sobre PIB) y un déficit público que lleva años sin desaparecer y cercano al 3%, sería muy complicado y costoso que nuestro país acudiese a los mercados de capitales para emitir nueva deuda, aumentaría significativamente el coste de la misma y además tendríamos que competir frente al resto de economías europeas que están mejor que la nuestra y que tienen más solidez (Alemania, Francia, etc) y que también van a necesitar liquidez, para conseguir el dinero de los inversores. Esto podría llevar a la necesidad de ser rescatados o incluso a tener que salir del euro, lo cual tampoco interesa a la UE.

Ya sabemos lo que conllevaría tener que ser rescatados porque lo hemos visto en el pasado con otros países: entre otras cosas fuertes recortes dirigidos por los hombres de negro, poniendo en riesgo nuestro Estado del Bienestar. Y si hubiese que salir del euro, que tanto nos ha ayudado a crecer, el efecto también sería muy negativo. Por tanto, los coronabonos son la mejor opción para nuestro país y para todos nosotros si queremos hacer frente a lo que está por llegar.

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