Moral, corrupción y trabajo

Juan Royo Abenia

Las Organizaciones No Gubernamentales son agentes esenciales de la sociedad moderna. Su labor es imprescindible en un mundo en el que el sector público ha perdido relevancia y en donde las empresas no ofrecen las soluciones adecuadas para gestionar políticas sociales. La relevancia de las ONG va más allá de su labor asistencial. Para medir su actuación es necesario acudir a indicadores como el SROI (Retorno Social de la Inversión, Social Return on Investment) que añade el valor extra-financiero (social y ambiental) a los fríos (y miopes) datos exclusivamente económicos. De esta manera se incorpora a la contabilidad tradicional, la creación de valor con independencia de quien se apropie de ese beneficio y con independencia de si éste tiene un valor de mercado o no.

¿Cuánto valor crea una ONG por cada euro invertido? El Centro Ocupacional de Boltaña gestionado porAtades Huesca (FEAPS Aragón), 3,68 euros. Según datos de 2012, el retorno económico y social de la actividad del Centro sobre la inversión realizada (pública y privada) de 119.234,29 euros, es de 439.048,17 euros. Así lo afirman ECODES y Alter Civites que han cuantificado y visibilizado los beneficios sociales, laborales y económicos que la actividad de este Centro aporta. Cada euro invertido en Boltaña, redunda en un retorno social para las personas con discapacidad usuarias del Centro, para sus familias, para las administraciones públicas y para el desarrollo económico y laboral en la Comarca de Sobrarbe, en Huesca.

Por cada euro invertido por las Administraciones Públicas, se retorna directamente a las arcas públicas 0,44 euros. Si se suprimiera la inversión neta (0,56 euros), las AAPP tendrían gastos adicionales en sistemas de protección social de 0,48 euros (incluyendo gastos del sistema de salud y de prestaciones por desempleo). Por su parte, los trabajadores y usuarios del centro ocupacional y las empresas relacionadas con la actividad del centro dejarían de ingresar 0,82 euros y las familias tendrían que incrementar sus gastos en 1,07 euros y dejarían de ingresar 0,64 euros. En total, unos sobrecostes para la sociedad de 3,01 euros.

Desde esta perspectiva, las ONG se convierten en centros generadores de riqueza (inversión) y no en meros receptores de recursos (gastos). La tantas veces reclamada necesaria implantación de políticas de RSC en las administraciones públicas encuentra aquí un nuevo argumento. Una gestión pública transparente, responsable y óptima, con directrices a corto, medio y largo plazo, exige disponer y desarrollar metodologías y herramientas que midan no solo el retorno e impacto económico de sus inversiones si no también el valor social y medioambiental. El SROI es una de ellas.

Juan Royo, director de culturaRSC.com