Economía Social, alternativa a la Economía Ortodxa

Juan Royo Abenia

Ante la dramática situación económica actual, con niveles de paro juvenil y estructural inaceptables, se hace imprescindible plantear las cosas de otra manera. Es imposible que los causantes de la burbuja financiera e inmobiliaria sean los que nos saquen de la crisis. La alternativa es una economía sostenible que aporte valor y racionalidad a la gestión de los recursos escasos. La Economía Social, que representa ya el 10% del PIB español, es un rayo de esperanza en un mundo de tiburones. Cooperativas y sociedades laborales, Centros Especiales de Empleo, Mutualidades, Empresas de Inserción y Cofradías de Pescadores aúnan trabajo y capital y aportan unas dimensiones mínimas con las que competir en un mundo globalizado. También el consumo colaborativo y otras formas de trabajo y financiación como el crowfunding, el coworking, el fundraising, la inversión socialmente responsable, el capital riesgo social…

Según el ranking anual elaborado por CEPES, las empresas sociales españolas lideran cuatro sectores industriales a nivel mundial, tres a nivel europeo y más de una decena a nivel nacional. Las empresas de Economía Social española enmarcadas en CEPES facturaron 145.299 millones de euros el año pasado. Además, operan en todos los sectores económicos, son de todos los tamaños, desde pymes a grandes corporaciones mundialmente reconocidas, «aunque no siempre se las asocie con el modelo de empresa de Economía Social al que pertenecen» apunta.

También los nuevos emprendedores pueden beneficiarse del modelo de Economía Social. Una idea innovadora que produzca un cambio social significativo y una visión emprendedora para realizar sus proyectos son elementos comunes del modelo. Por supuesto, todo ello aderezado con políticas de RSC y memorias de sostenibilidad que den buena cuenta de los logros alcanzados y del camino realizado. El apoyo de las Administraciones Públicas y de las entidades financieras se antoja imprescindible. Es la hora de que todos asumamos nuestras responsabilidades. Cada uno la suya.

Juan Royo, director de culturaRSC.com