Concepción Arenal fue una de las pensadoras más importantes del siglo XIX en España. Correos la incluye en su serie «Mujeres Escritoras»
Concepción Arenal (1820-1993) se enfrentó a las convenciones de su tiempo y a defender a los desfavorecidos. Fue una curiosidad intelectual que nunca sació por completo, guió sus primeros años de vida, aun todavía cuando su madre se oponía formalmente a que cursara estudios superiores.
Sórdidas cárceles hacinadas sin expectativa alguna de reinserción social
Arenal luchó por defender la necesidad de reincorporar a la sociedad y promulgó la importancia de brindarles una segunda oportunidad.
Luchó contra estereotipos y prejuicios
Asistió, “vestida de hombre” (utilizó pantalones), a algunas clases de Derecho en la universidad, pese a no poder cursar la carrera ni alcanzar ningún título.
En 1870 fundó el periódico La Voz de la Caridad. En sus catorce años de vida denunció los abusos e inmoralidades en hospicios y cárceles siendo referencia a nivel europeo.
“El patronato de los diez”
A imitación de Francia, diez familias adineradas ayudaban a una familia sin recursos. Arenal dirigió , durante la tercera guerra carlista, el Hospital de Sangre de Miranda de Ebro, donde atendió a los soldados de ambos bandos.
También defendió el que las mujeres pudieran dedicarse a profesiones que hasta entonces les estaban vetadas.
«Es un error grave y de los más perjudiciales, inculcar a la mujer que su misión única es la de esposa y madre […].
Lo primero que necesita la mujer es afirmar su personalidad, independientemente de su estado, y persuadirse de que, soltera, casada o viuda, tiene derechos que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que no depende de nadie»
Como secretaria de la sección femenina de Cruz Roja, Concepción Arenal escribió en la revista de la Organización desde su origen.
Impulsó, con una voz propia, ideas transformadoras y críticas hacia el status quo de la época.
El entusiasmo y la solidaridad vertebraron la vida de Concepción Arenal. Una vida a la que la Biblioteca Nacional dedicó una exposición sobre su “pasión humanista” hasta su fecha de defunción, en el año 1893. Una vida que, en ningún caso, merece caer en el olvido.
Se conserva documentación, manuscritos y correspondencia oficial en el Centro de Documentación de Cruz Roja Española en Madrid.
Ideas que también respaldaron otras mujeres de su tiempo como:
- Gertrudis G. de Avellaneda
- Carolina Coronado
- Cecilia Böhl de Faber