La demanda de internet por satélite se dispara allí donde las redes terrestres de fibra o ADSL no ofrecen cobertura suficiente
Las residencias veraniegas (rurales, de montaña o costa) requieren mantener la misma calidad de conectividad que los domicilios habituales. Además, el teletrabajo exige conexiones estables y rápidas incluso en los lugares más apartados.
- Andalucía, Valencia y Castilla y León lideran el satélite. Son regiones de amplias áreas rurales y turismo estacional.
- Regiones tradicionalmente afectadas por la brecha digital como Castilla-La Mancha y Extremadura.
- Asturias y Cataluña, con mayor despliegue de red fija, el satélite gana peso como alternativa o complemento.
- Madrid: búsqueda de cobertura en segundas residencias fuera de la capital.
La demanda de satélite se extiende de forma transversal por toda España.
Satélite y cohesión territorial
La tendencia refleja un cambio en los hábitos de los usuarios. Ya no aceptan desconexiones forzadas por limitaciones tecnológicas. La conectividad (personal y profesional) se exige en grandes ciudades y en pequeños municipios.
Internet satelital:
- reduce desigualdades
- garantiza cohesión territorial
- ofrece igualdad de oportunidades digitales a todos los ciudadanos
“El satélite garantiza la conectividad cuando las conexiones terrestres –fibra, 4G, 5G– fallan.
Y lo hacen en entornos urbano y rurales.
El satélite garantiza la cobertura total del territorio:
es la única tecnología sin limitaciones geográficas, con servicio asegurado en el 100% del país”
Vanessa Cota, Serenae
Tecnología con impacto social. El satélite va más allá de lo técnico:
- permite digitalizar servicios esenciales como la educación, la sanidad o el cuidado de mayores
- motor para frenar la despoblación y construir comunidades más cohesionadas
La española Serenae también opera en África, donde contribuye a conectar explotaciones agrícolas, escuelas, centros sanitarios y pequeños negocios. Y es que el acceso a internet es un derecho fundamental, tanto por la ONU como por la UE.