Los Certificados de Ahorro Energético son un instrumento que acredita el ahorro real de energía conseguido por una actuación concreta:
- rehabilitación de viviendas: cambiar ventanas en un edificio, instalar iluminación eficiente
- mejora de instalaciones industriales
- automoción: coches y flotas híbridas, tecnologías de eco-conducción, gestión eficiente de rutas…
Cada kilovatio hora (kWh) ahorrado puede convertirse en un certificado que tiene un valor económico y puede ser vendido a empresas obligadas por ley a cumplir objetivos de eficiencia energética.
Este sistema establece un mercado regulado donde los excedentes de ahorro energético pueden venderse, convirtiendo esas mejoras en eficiencia en un activo financiero.
- Sujetos delegado. Agentes del Sistema de CAE reconocidos por el Estado para gestionar y validar los ahorros, generar certificados y monetizarlos
- Dispositivos telemáticos OBD-II embarcados. Registran con precisión los datos de uso del vehículo y su eficiencia. Permiten cuantificar el ahorro energético, certificarlo y, ponerlo en valor económico.
- Sistema oficial de verificación TRAZO (Trazabilidad Operativa de Ahorros Energéticos), Ministerio para la Transición Ecológica.
De los datos al ingreso: monetizar hasta 150 euros por vehículo al año
Next Mobility, a través de su plataforma de análisis predictivo y conectividad IoT, permite a las empresas conocer y optimizar en tiempo real el rendimiento de sus vehículos. También certificar la reducción de emisiones y monetizar el ahorro energético de forma automatizada, con un impacto económico de hasta 150 euros anuales por vehículo. Esta rentabilidad proviene de la correcta gestión de los datos de eficiencia energética mediante dispositivos homologados, integrados en el sistema oficial TRAZO.
Además, acelerar la obtención de otros documentos clave para la transición energética, como la certificación de huella de carbono, necesaria para acceder a Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), bonificaciones fiscales o cumplir con objetivos ASG.
Una oportunidad real para acelerar la movilidad sostenible
Los CAE premian económicamente la transición energética, también en el ámbito del transporte. El vehículo es un medio de desplazamiento. Pero también una fuente de datos y eficiencia que, bien gestionada, puede generar rentabilidad.
La clave son herramientas para medir, certificar y monetizar: transformar cada kilómetro eficiente en rentabilidad.