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El patrimonio familiar se pierde tras tres generaciones

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Tres generaciones son suficientes para dilapidar un patrimonio familiar si no se gestiona. El 70 % en la segunda generación, el 90 % en la tercera

La transmisión patrimonial es, más que un traspaso económico, un reto educativo y emocional. Para evitar que el legado familiar se diluya en manos inexpertas.

La clave: la comprensión integral de su patrimonio, tanto material como inmaterial, incluyendo no solo sus bienes y derechos, sino también sus obligaciones y responsabilidades. Formar herederos con criterio y compromiso, guardianes del legado familiar.

 “La clave no está en cuánto se hereda, sino en cómo se educa y prepara a quienes lo reciben”

Ramón Alfonso, Norz Patrimonia

Los futuros herederos deben ser gestores responsables, con criterio, habilidades financieras y sentido de propósito.

El 70 % de las familias pierden su riqueza en la segunda generación, y un 90 % en la tercera

La herencia puede proveer de una tradición familiar consolidada o de una fortuna construida con esfuerzo y trabajo. Implica traspaso de bienes y activos y continuidad de un legado que debe ser comprendido, valorado y gestionado con responsabilidad para evitar su dilución.

“Un plan integral de educación financiera, formación patrimonial, planificación estratégica y acompañamiento cercano a las nuevas generaciones”

La formación patrimonial
  1. Formación patrimonial y educación financiera temprana: comprender el valor real del dinero, el esfuerzo detrás de la creación del patrimonio y cómo administrarlo con criterio y responsabilidad. Son dueños y  guardianes para futuras generaciones.
  2. Planificación patrimonial estructurada: definir reglas claras sobre la gestión, transmisión y uso del patrimonio familiar. El protocolo familiar regula la relación entre familia, patrimonio y empresa.
    1. establecer estructuras legales:
    2. testamentos e instrucciones claras para asegurar una sucesión eficiente, protegida y transparente.
    3. creación de un consejo familiar o comité estratégico puede fortalecer esta gestión.
  3. Desarrollo de mentalidad empresarial y responsabilidad: independencia, esfuerzo personal y capacidad para generar valor propio. Formación externa y experiencia profesional fuera del entorno familiar.
  4. Acompañamiento familiar y coaching generacional, emocional y profesional. Un mentor, familiar o externo y evaluaciones periódicas para medir la preparación y madurez de los herederos.
  5. Transmisión de valores y cultura familiar: definir y compartir la misión, visión y valores de la familia para mantener cohesión y sentido.

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