Pobreza energética y paro: urge la rehabilitación de nuestros edificios

Juan Royo Abenia

En esta España nuestra del siglo XXI, hay hogares incapaces de pagar los servicios mínimos de energía que satisfagan sus necesidades domésticas básicas. En esta España nuestra campeona europea y mundial de fútbol, baloncesto y balonmano, hay hogares que se ven obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar las facturas energética de sus viviendas. En esta España nuestra de multinacionales y multimillonarios, más del 10% de nuestra población sufre pobreza energética, porcentaje que sigue aumentado año a año. A la pobreza y la exclusión social se le añade la cuestión ambiental y una política energética que no es capaz de alcanzar un precio de mercado para la energía doméstica. Por no hablar de la eficiencia energética de nuestro parque viviendas residenciales.

Por eso es de agradecer iniciativas como Ni un hogar sin energía que acaba de poner en marchaECODES en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza. Su objetivo: mejorar la situación de las familias que sufren pobreza energética y que no pueden o tienen grandes dificultades para hacer frente a sus facturas de suministros o para tener su vivienda dentro de una temperatura saludable. Trabajadores sociales del barrio de San Pablo de la capital aragonesa seleccionarán quince hogares cuya demanda y factura energética será monitorizada. Entre los beneficios estimados: la formación en hábitos y soluciones de ahorro energético, la interpretación de las facturas energéticas así como la búsqueda del contrato adecuado a cada hogar. Posteriormente se implementarán: burletes en ventanas y puertas, enchufes programables, reflectores en radiadores, bombillas de bajo consumo, regletas con interruptor, placas de poliestileno, aislamiento para cajas de persianas, aislamiento adhesivo para cristales, perlizadores de agua… ¿Se conseguirá mejorar el confort térmico interior y reducir el consumo eléctrico? En una segunda monitorización tendremos la respuesta.

Pero, además, este tipo de actuaciones es una vía de solución de otro de los dramas de nuestro país: el paro, como así atestigua el estudio sobre la Pobreza Energética en España, de la Asociación de Ciencias Ambientales: Rehabilitación energética de edificios, una oportunidad de empleo verde en Extremadura, una solución a la pobreza energética.

Juan Royo, director de culturaRSC.com