Elena Tecchiati, psicóloga organizacional

Juan Royo Abenia

La gestión de la diversidad, una oportunidad para la empresa del siglo XXI

Elena TecchiatiLa naturaleza es un gran espejo. Su reflejo nos sorprende, en ocasiones, con poderosas imágenes que revelan similitudes con la estructura social, los patrones y las reglas de comportamiento de nuestras modernas economías, sociedades y comunidades en el siglo XXI. Si observamos la naturaleza, la homogeneidad y endogamia son letales para la supervivencia y desarrollo de las especies. Los ecosistemas están vivos gracias al equilibrio de las especies y a las dinámicas que sus interacciones mantienen. Cada cual contribuye al conjunto del hábitat en función de sus características e identidades propias.

En EEUU, país creado desde la base de la diversidad de sus habitantes, el estudio de la gestión de la diversidad es un campo en apogeo dentro de las políticas empresariales e institucionales de Responsabilidad Social Corporativa desde hace años. En Europa, y concretamente en España, los factores demográficos, las señas identitarias de la propia UE y la incorporación de la mujer al mercado laboral de forma escalonada desde la II guerra mundial, hacen urgente, en el año 2015, situar en el centro de las estrategias empresariales la gestión de esta diversidad en las plantillas. Es unaresponsabilidad de las empresas respecto a su posición en la sociedad y en el entorno humano donde desarrollan su actividad económica. Pero también es un business case para ellas.

Las escuelas de psicología de la organización empresarial y del comportamiento han demostrado, a través de diferentes estudios, que gestionar esta diversidad para alcanzar entornos profesionales y laborales inclusivos es sinónimo de una mayor productividad para la propia empresa. Este aumento de la productividad se origina, entre otros factores, por un incremento de la satisfacción de los empleados que, a su vez, permite desarrollar ambientes y actitudes innovadoras, sobre todo, en el campo de lainnovación disruptiva.

Cuando hablamos de gestionar la diversidad nos estamos refiriendo a un tratamiento transversal de esta diversidad en las políticas corporativas, fundamentalmente, desde el departamento de RSC. Desde las fases de selección de personal y recruiting hasta la sensibilidad en el lenguaje dentro de la brand voice de la empresa. La empresa inclusiva es aquella que traza planes para que sus equipos representen de forma equilibrada a la realidad social que les rodea y que, en definitiva, son las personas que consumen sus productos, sus clientes o clientas, sus socios o socias, o sus empresas proveedoras.

Para que la gestión de la diversidad sea exitosa y pueda ser medible en el balance de resultados económicos de la empresa es preciso que se den dos factores clave: que el personal directivo esté convencido de los beneficios que reportará su implementación para la empresa y que esta diversidad se trabaje de forma continua, efectiva y concreta en el tiempo, desde la voluntad de una inclusiónconstante, reevaluando y remidiendo su estado.

Así, la RSC reflejará la voluntad de crear redes de comunicación inclusivas que pueden ser implementadas a través de talleres y acciones de comunicación interna e informal; también a través de la formación en materia de resolución de conflictos y de visibilización del talento interno.

En definitiva, las empresas inmersas en el cambio de paradigma global tienen la oportunidad de posicionarse y adaptarse a las necesidades del mercado internacional a través de la gestión de la diversidad. El siglo XXI demanda un liderazgo inclusivo cuya virtud será la construcción de espacios de trabajo donde a cada cual se le valore por su talento único y complementario al del resto.