El papel de las administraciones públicas

Juan Royo Abenia

A pesar de la sangría que ha supuesto el despilfarro de miles de millones de euros en infraestructuras bonitas, simpáticas y coquetas pero impúdicamente caras cuando no inservibles. A pesar de muchos de nuestros políticos y de nuestros caciques. A pesar de espías, corruptos, chantajistas y defraudadores. A pesar de los tramposos. A pesar de los fallos de mercado. A pesar de los incultos. A pesar de los violentos. A pesar de los irresponsables. A pesar de todo esto y mucho más, empezamos a encontrar motivos para mostrarnos optimistas. Según el departamento de estudios de BBVA, el descenso de la incertidumbre mejora las perspectivas de la economía global. En 2013 la economía española tocará fondo y hay razones para pensar que 2014 traerá un crecimiento moderado. Para ello es necesario transformar el círculo vicioso en el que nos encontramos (que tiene en el paro su mayor exponente) en uno virtuoso en el que reformas, confianza y crecimiento se retroalimenten.

El papel de la administración debe quedar claro. Las aventuras empresariales en las que se ha metido en los últimos años han sido ruinosas. Pozos sin fondo en los que se colocan a amigos y se remuneran favores antaño concedidos. Los gobiernos deben ser conscientes de que su misión es garantizar (y engrasar) los mecanismos de funcionamiento de la economía de mercado. Poner en contacto a emprendedores y empresarios con inversores y bancos es una loable y necesaria labor. En Aragón, por ejemplo, su Gobierno ha lanzado la Fundación Aragón Invierte con este propósito. Con tan solo ocho meses de vida, la Fundación cuenta ya con 10 proyectos emprendedores aprobados por sus Comités (y otros 22 en fase de análisis) y más de 75 inversores privados interesados en participar de este mecanismo. Además, ha recogido en su web 93 proyectos: 66 han sido atendidos, 22 están en proceso de análisis y 10 ya están aprobados por comités creados a tal efecto por prestigiosos expertos que los estudian sin coste para el erario público.

O la Fundación Emprender en Aragón, integrada por los principales entes que prestan servicio a emprendedores en Aragón, con el Instituto Aragonés de Fomento a la cabeza. Simplificar los trámites legales que son necesarios para crear una empresa en nuestra región, promover un conjunto de acciones para apoyar de forma personalizada a cada promotor en la elaboración del proyecto empresarial y su posterior puesta en marcha son algunas de sus labores.

La iniciativa Aragón Emprendedor es también la promotora del concurso IDEA para ayudar a impulsar la creación de empresas innovadoras de carácter industrial o de servicios avanzados para las empresas.

La Fundación, la Asociación de Jóvenes Empresarios de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza son los impulsores de la Cátedra Emprender. Los estudiantes universitarios tienen a su disposición programas formativos impartidos por emprendedores con la misión de generar alto potencial de crecimiento como eje vertebrador de la competitividad.

O el Ayuntamiento de la capital aragonesa, impulsor de Made in ZGZ, un ilusionante proyecto de creación de tejido social en una zona degradada de la ciudad como es el barrio de San Pablo. Toda una red de emprendedores innovadores, creativos y sostenibles instalaron sus comercios a pie de calle generando un potente impacto económico, social y cultural. Made in ZGZ se ha convertido en la marca que pone en valor el trabajo de estas pymes y profesionales en el ámbito de la economía creativa. Jóvenes que son argamasa de la identidad cultural de Zaragoza, dinamizando multitud de calles consolidando barrios. Frente a la multinacional, la industria híperlocal también se revela como generadora de riqueza y empleo.

Juan Royo, director de culturaRSC.com